Disfagia orofaríngea: un desafío en el cuidado de los ancianos
La disfagia orofaríngea (DO) es un problema común entre los ancianos, pero su impacto puede ser subestimado. ¿Qué es exactamente la DO? Es un síntoma caracterizado por la imposibilidad o dificultad para tragar o deglutir líquidos o sólidos. Puede afectar a cualquier persona, pero es más frecuente en los ancianos, con patología neurológica o neurodegenerativa y en aquellos institucionalizados. Vamos a sumergirnos en este tema importante para comprender sus implicaciones y qué cuidados deberemos proporcionar a nuestros pacientes.
¿Qué causa la disfagia orofaríngea en ancianos?
La DO puede ser el resultado de cambios naturales relacionados con el envejecimiento que afectan los músculos y nervios utilizados en el proceso de tragar. Pero también puede ser causada por condiciones médicas subyacentes, como enfermedades neurológicas. Cuando estos cambios no comprometen la seguridad de la deglución en ancianos sanos y robustos, se llama presbifagia. Sin embargo, los ancianos frágiles son más susceptibles a sufrir alteraciones en la deglución. Factores como la vulnerabilidad, el deterioro de la capacidad funcional y la presencia de otras enfermedades aumentan el riesgo. El 47% de los mayores de 70 años hospitalizados por cualquier causa, presentar DO.
¿Cuáles son las consecuencias de la disfagia orofaríngea?
La DO puede tener serias implicaciones para la salud de los ancianos. Por un lado, puede conducir a problemas como la desnutrición (> 30%) y la deshidratación (> 90%), debido a la dificultad para tragar de manera eficaz los alimentos y líquidos. Esto puede provocar una serie de problemas de salud, incluyendo fragilidad, deterioro inmunológico y aumento de la mortalidad. Por otro lado, las complicaciones respiratorias, como las infecciones respiratorias de vías bajas y la neumonía aspirativa, son un riesgo grave para los ancianos con alteraciones de la seguridad en la deglución. Estas complicaciones pueden ser potencialmente mortales y provocan un incremento de reingresos hospitalarios por infección respiratoria (60%) y por neumonía aspirativa (>400%) y un incremento de los días de hospitalización (11,6 vs. 6,8 días).
¿Cómo afecta la disfagia orofaríngea a la calidad de vida?
La DO no solo afecta la salud física de los ancianos, sino que también puede tener un impacto significativo en su calidad de vida. Los ancianos con DO enfrentan un mayor riesgo de hospitalización y reingresos, lo que puede resultar en una mayor dependencia de cuidados a largo plazo. Esto a su vez puede afectar negativamente su estado emocional y social, así como la carga de cuidados para sus familias o cuidadores.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Es crucial que los profesionales de la salud estén atentos a los signos y síntomas de la DO en los ancianos, especialmente en aquellos con condiciones médicas subyacentes. El diagnóstico temprano y el manejo adecuado de la DO pueden ayudar a prevenir complicaciones graves y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La atención integral de los pacientes con DO es un aspecto crucial en la práctica enfermera contemporánea. ¿Qué significa esto en términos simples? Significa trabajar en equipo, donde cada miembro aporta sus habilidades únicas para brindar el mejor cuidado posible.
Imagina un equipo donde trabajan higienistas dentales, dietistas nutricionistas, terapeutas ocupacionales, médicos especialistas y, por supuesto, enfermeras. La enfermera, figura central en este equipo, desempeña un papel vital en la detección temprana de problemas de deglución y coordina las estrategias de cuidado. Desde la atención especializada hasta las residencias geriátricas, la enfermera está presente en todos los niveles asistenciales, brindando cuidados personalizados y continuos. Para abordar la DO de manera efectiva, se utilizan herramientas como la Taxonomía NANDA NOC/NIC. Estas herramientas nos permiten identificar problemas específicos y desarrollar planes de cuidado personalizados.
Para el diagnóstico de la DO existen tres pasos bien establecidos:
¿Qué importancia tiene la higiene oral en los pacientes con DO?
En nuestra labor como enfermeras, es crucial prestar atención a la salud buco-dental de nuestros pacientes ancianos. ¿Sabías que problemas como la caries dental y la enfermedad periodontal pueden afectar su calidad de vida? La falta de piezas dentales adecuadas y prótesis mal ajustadas dificultan la masticación y la percepción del sabor de los alimentos, lo que puede llevar a una mala nutrición. Además, una higiene oral deficiente puede aumentar el riesgo de complicaciones respiratorias, como la neumonía aspirativa. Es esencial promover hábitos de higiene bucal adecuados, incluyendo el cepillado regular y el uso de enjuagues bucales. ¡Cuidar la salud oral de nuestros pacientes mayores es fundamental para su bienestar general!
Intervención Mínima Masiva en pacientes con DO.
Tradicionalmente, cuidar a nuestros pacientes mayores con problemas de deglución implicaba medidas complicadas. Pero ahora, la Intervención Mínima-Masiva (IMM) nos ofrece una forma más simple y efectiva de ayudarles. Con la IMM, nos centramos en tres áreas clave: 1) evaluación de la deglución y adaptación de los fluidos, 2) triple adaptación de la dieta y 3) cuidado bucal. Esto no solo mejora su calidad de vida, sino que también reduce los reingresos hospitalarios y aumenta su supervivencia.
Recomendaciones para la práctica clínica.
Higiene oral: Se recomienda el cepillado dental 3 veces al día y el uso de colutorios con base de clorhexidina dos veces al día (mañana y noche) siempre después del cepillado. Con aquellos que tengan prótesis dental, se recomienda el cepillado de la prótesis después de las comidas y colocarla durante la noche en solución antiséptica.
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Redacción: Alberto Martín
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